domingo, 6 de marzo de 2011

Vegetarianismo


Cuando se habla de la alimentación de una región o país, se engloba la cultura que lleva. Sabemos que existen demasiados platillos de comida en diferentes países que los caracterizan de forma útil.

En México se puede hablar de diferentes comidas típicas en las cuales muchos de nosotros estamos acostumbrados a comer, pero no hay como comer sanamente llevando una mejor alimentación y estabilidad en el cuerpo humano. Si tomamos en cuenta la gran variedad de estos platillos, son de carne ¿Entonces donde queda el vegetarianismo en México? Podemos decir que gracias a los hábitos alimenticios existen obstáculos para creer en este concepto.
Cambiar los hábitos es muy difícil y más con los alimenticios, se requiere de esfuerzo y una mente abierta a la nueva posibilidad. Existe un obstáculo en el cual la gente lo ve como algo que está de moda o simplemente no con el gran gusto, no hay como verlo de una forma alternativa viable de alimentación.
Se han llevado a cabo diferentes investigaciones que demostraron que las dietas de bajo contenido graso, previenen las enfermedades cardiacas. Las grasas vegetales polisaturadas tienden a disminuir la presión arterial, mientras que las grasas animales la elevan. Los estudios demuestran que los vegetarianos tienen sistemas inmunológicos más fuertes que los carnívoros. Estos últimos tienen una tendencia mucho más alta a morir de afecciones cardíacas, y son un 40 por ciento más propensos a morir de cáncer. 
Mientras más frutas, vegetales y cereales comas, mayor cantidad de nutrientes tendrás en  tu organismo. Una dieta vegetariana variada y debidamente equilibrada, aporta los niveles necesarios en nutrientes que su organismo necesita. El consumo de carne y productos lácteos también está relacionado con diabetes, artritis, osteoporosis, presión arterial alta, infartos, obesidad, asma y impotencia.
La Asociación Dietética Americana (ADA) ya ha manifestado en varias ocasiones la idoneidad de las dietas vegetarianas, concluyendo que “estas dietas, bien diseñadas, han demostrado ser saludables, adecuadas desde el punto de vista nutricional y beneficiosas en la prevención y tratamiento de ciertas enfermedades”.
Pero no solo pensar en el cuerpo humano y salud, sino también en ir a favor de la naturaleza y el cuidado de los animales.
Una asociación como la APASDEM que está al cuidado de los animales en México, está a favor del comportamiento ético al igual que el vegetarianismo.  
Cuando perdemos el respeto por la vida animal, también lo perdemos por la vida humana. Veintiséis siglos atrás, Pitágoras dijo: "Aquellos que matan animales para comer su carne tienden a masacrarse entre sí". Nos sentimos temerosos de las bombas y de los misiles, pero podemos cerrar nuestros ojos dolor y al temor que nosotros mismos creamos por matar 15 mil millones de animales por año. ¿Podemos negar que esta brutalidad nos hace a nosotros más brutales también?
Elegir alimentos de origen animal, perjudica seriamente la salud del planeta y contribuye significativamente al hambre en el mundo. Es una realidad que muy pocos conocen. La cría de animales implica gastar recursos energéticos y naturales. Los procesos de cría especialmente la cría intensiva practicada mayoritariamente en los países desarrollados, requieren ingentes cantidades de electricidad, agua y sustancias químicas. Producir las proteínas presentes en la carne requiere 25 veces más energía que producir la misma cantidad en proteínas de origen vegetal.
El engorde de animales se consigue atiborrándolos con avena, soja, maíz o centeno pero por cada 1,4 Kg de maíz invertido en engordar un animal solo se consiguen 130 gr de su carne. Dicho en términos energéticos, por cada 5.000 calorías invertidas en criar animal para consumo, solo se consigue 200 calorías humanas.
Plantando 100 metros cuadrados de soja, se obtienen unos 5 kilos de proteína que pueden cubrir las necesidades de 70 personas durante un día. Pero si usamos estos 5 kilos en alimentar ganado solo se conseguirá medio kilo de carne, lo justo para dar de comer a 2 o 3 personas al día.
Los animales destinados al consumo reciben un trato abominable, literalmente "inhumano" [o muy humano si usamos "humano" como sinónimo de "cruel"].
El consumo de productos de origen animal tiene comprobados efectos perniciosos en la salud. Las dietas carnívoras implican derroche y contaminación.
Ser vegetariano significa vivir sin matar pero también vivir sin destruir la naturaleza ni despilfarrar sus  recursos y, por tanto sin condenar al hambre y a la miseria a gran parte de la humanidad, actualmente más de 2/3 de los habitantes del planeta sufren desnutrición o malnutrición.
No hay como comer saludable y sentirse bien naturalmente, podemos comer de todo pero disminuyendo la carne que al final de cuentas no nos beneficia del todo bien.


miércoles, 2 de marzo de 2011

Un ser Vegetariano...

El esfuerzo y el gasto empleados en comprar ropas de moda, la interminable búsqueda de placeres gastronómicos cada vez más refinados y el asombroso gasto adicional gracias al cual el mercado de coches de prestigio destaca por encima del de automóviles para gente que simplemente quiere un medio seguro de transporte, todo esto resulta desproporcionado para la gente que puede modificar su perspectiva lo suficiente para, al menos durante un tiempo, apartarse del centro de atención. 

Elegir alimentos de origen animal, perjudica seriamente la salud del planeta y contribuye significativamente al hambre en el mundo. Es una realidad que muy pocos conocen. La cría de animales implica gastar recursos energéticos y naturales. Los procesos de cría especialmente la cría intensiva practicada mayoritariamente en los países desarrollados, requieren ingentes cantidades de electricidad, agua y sustancias químicas. Producir las proteínas presentes en la carne requiere 25 veces más energía que producir la misma cantidad en proteínas de origen vegetal.


Ser vegetariano significa vivir sin matar pero también vivir sin destruir la naturaleza ni despilfarrar sus  recursos y, por tanto sin condenar al hambre y a la miseria a gran parte de la humanidad - actualmente más de 2/3 de los habitantes del planeta sufren desnutrición o malnutrición.